Il mangione Italiano
- Camila
- 12 jul 2016
- 2 Min. de lectura
La variedad de la comida italiana es extraordinaria, pues, según la región, es posible encontrar una diversidad de productos que representan las diferencias culturales en cada una de ellas.
Encontramos una gastronomía mediterránea inmensa, llena de mariscos, pescados y frituras. Por su parte la cocina Toscana, famosa por sus recetas llenas de salsas, embutidos, carnes, legumbres y quesos. Si nos vamos a la región del Lacio y, principalmente a la capital, encontramos una cocina caracterizada por llevar productos como alcachofas, berenjenas y abundante tomate y peperoncino.
En nuestro recorrido por este grandioso país, descubrimos que tal vez lo que hace de la comida italiana una de las más reconocidas del mundo, es la carga cultural que lleva consigo. Más allá de una variedad de ingredientes y preparaciones se puede encontrar una sola cosa que la caracteriza y que, por más variedades de regiones que existen, unifican este habito de la nación como lo es el amor y la dedicación que tienen los italianos al preparar sus platos, en donde nunca, pero nunca puede faltar el pan, el vino y el aceite de oliva como acompañamiento, una de las herencias romanas más importantes.
Porque así no lo crean, y como dato curioso, los tomates llegaron a Italia cuándo se descubrió América, y la pasta en la Edad Media con la llegada de los Árabes, siendo así, productos que nunca hicieron parte de la dieta de la antigua Roma. Es claro que el italiano es un “MANGIONE” es decir una persona de gran comer, que no se conforma con pequeñas cantidades, más bien sus platos se caracterizan por ser abundantes en variedad y sabores.
Sinceramente los mejores platos que pudimos probar son tal vez los más sencillos de preparar, tales como el CALCIO Y PEPE en roma, la pasta a L’AMATRICIANA, o una PIZZA MARGUERITTA. Todos los postres son increíbles, pero uno de los mejores es el “Gelato”, como es conocido el popular helado; en cualquier esquina es posible encontrar una heladería con un sinfín de sabores para probar, como el de limón con albahaca, Amarena (Cereza europea), chocolate fondente, entre otros.
La comida italiana es reconfortante y además de satisfacer el apetito, alegra el espíritu por toda la carga emocional con la que está sazonada. Todos sus platos llevan consigo una tradición cultural, poco influenciada por otras culturas. -En Italia no existen, o por lo menos nunca vimos, un local de Pizza Hut o Domino’s Pizza, lugares que abundan en otras latitudes del mundo-. Los platos italianos no son complicados ni tan sofisticados, eso es lo que los hace tan especiales y únicos.
La última recomendación es que si van a visitar este país, nunca, pero nunca meterse a lugares y restaurantes turísticos para comer. Tómense su tiempo, caminen entre las estrechas calles, o simplemente pregúntenle a un policía cuál es su restaurante preferido de la zona. Estamos seguros que encontraran una grandiosa abuela, un bullicioso chef, o un italiano del común con sus puertas abiertas para que prueben la verdadera comida italiana. Por un precio bastante cómodo para un turista.
